La historia del limón

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Características

Una imagen de un limonero

El limonero es un árbol de unos 6 metros, de hoja perenne que proporciona frutos durante todo el año. Es muy sensible al frío, más que el naranjo, el mandarino y el pomelo. Sus flores son grandes y de color púrpura.

El árbol es de talla baja de unos 6 metros de altura, de hojas perennes, dentadas y puntiagudas. No es exigente con la calidad del suelo por lo que produce tanto en tierras de arenas como en arcillas. Es muy sensible al frío, a las heladas y a las altas temperaturas, más que el naranjo, pomelos y mandarinos. Las flores se agrupan en inflorescencias, son grandes y de color púrpura.

Una característica diferencia al limonero del resto de cítricos, es que tiene más de una floración al año, es decir, los limoneros son reflorescentes. En un mismo árbol podemos encontrar limones en distintas fases de crecimiento. Este fenómeno ha permitido obtener tras un control de la producción, limones en las épocas del año en que son más escasos. Además de poderse controlar la floración, el limón se puede almacenar durante períodos largos de tiempo sin verse deteriorada su calidad.

El limón es de la familia de las Rutáceas, género Citrus, especie Citrus limonum. Es un fruto ovalado, de unos 7-12 cm de longitud, de cáscara de color amarillo dorado, punteada de glándulas que contienen aceites esenciales. La pulpa se divide en gajos que contienen un jugo de sabor extremadamente ácido. En el interior y en función de las variedades aparecen pequeñas semillas ligeramente redondas y puntiagudas.